Exalumnos Proeduca: Alejandro Hernández emprendió un negocio de pesca
1. Platícanos un poco sobre ti:
Me llamo Alejandro
Hernández Páez, soy originario de Culiacán, Sinaloa, pero ahora radico en el
estado Chiapas en el municipio de Tapachula. Tengo 20 años y estudio la
licenciatura en derecho y ciencias jurídicas.
Hace algunos meses
comencé un emprendimiento de pesca y aquí ando probando a ver qué. En el
momento me encuentro en un municipio cercano a Tapachula, “Puerto Madero” que
para que se ubiquen es cómo si viviera en Altata, a esa distancia y tenemos lo
que son lanchas pesqueras, yo me encargo de ellas.
2. ¿Por qué surgió el proyecto?
Porque ya teníamos
algunos conocidos que se dedican a esto y a mí me gustó. Me pareció buena idea
el invertir en este negocio y así me fui adentrando y me fue gustando.
Yo estudiaba en la escuela Licenciado Adolfo López Mateo y recuerdo que
la maestra nos motivaba a eso, a que buscáramos nuestro espíritu emprendedor.
En esa ocasión estuve con un compañero, que creo se llama Gerardo, en el
momento era muy amigo mío. Nos reunimos en su casa y recuerdo que el producto
que ofrecíamos eran lapiceros decorados hechos con material reciclado.
4. ¿Hay algo que aprendiste que ahora utilices en tu vida?
Ahh sí, claro, pues hoy en día actualmente a lo que me dedico va de la
mano.
“Siento que para la
responsabilidad que llevo ahorita estoy muy joven, pero eso me motiva y siento
que es importante cultivar ese valor y esa buena actitud a los niños para que a
temprana edad empiecen a construir algo"
5. Antes
de Proeduca, ¿Alguien más te había hablado del emprendimiento?
No, la verdad no. Estaba muy pequeño todavía no nos inculcaban eso. Pero sí recuerdo, la típica, que en la primaria hacía dibujos y los vendía y cosas así. Como que ya desde antes traía esa idea yo, pero con el curso como que lo refuerzas.
6. ¿Alguien de tu familia tiene un negocio?
Mi abuelo hace mucho tiempo se dedicó al comercio, cómo que desde ahí alguno que otro lo sacamos de él y también un tío tenía un gimnasio de boxeo.
Pues en ese momento, como yo estaba más chico, la emoción de uno era el pensar en qué vas a vender, ahí echabas a volar la imaginación y recuerdo que no solo nos inculcaban lo de emprender si no también el reciclar.
En ese
momento no lo ve uno desde esa perspectiva, como habilidades para tener un
negocio, sino como diversión, pero creo lo importante es que promueven que seas
creativo.
“Con Proeduca nos dan las bases, nos
acercan al emprendimiento y eso es muy importante, recuerdo que en aquel momento
me emocionó mucho hacer esa actividad y generar ingresos y creo que al día de
hoy todavía conservo la emoción por emprender”.
Es
importante que enseñen eso, para que los niños miren desde otra perspectiva las
cosas.
Cuando
terminé la prepa yo tenía planeado estudiar fisioterapia, pero aquí la carrera
no está disponible, tendría que moverme a la capital y pues decidí quedarme en
Puerto Madero. Tenía en mente entrar a la Marina, pero primero estudiar una
carrera que me sirviera como base y entrar con estudios. Anteriormente esos
eran mis planes, pero ya con este negocio que empecé hace poco, no estoy muy
seguro de concretar eso.
Pues aquí
tengo otros vecinos que se dedican al mismo negocio y ellos tienen ventas más
grandes y exportan a otros estados el producto. Y yo ahorita que estoy
empezando, mis metas son echar a andar 10 lanchas y 10 equipos a trabajar.
Porque hay pesca que te deja más, pero necesitar comprar equipo específico. Es
agrandar la empresa y poco a poco ir invirtiendo para poder exportar y comprar
equipos de pesca y transporte.
Por el
momento vendo huachinango y tiburón a los revendedores, en lo que estoy construyendo
relaciones y consiguiendo el transporte. Este es un negocio familiar, lo
trabajo con mi tío y estoy haciéndolo para que se convierta en mi patrimonio.
Hace poco conseguimos los permisos y préstamos y ahí vamos.
Mira yo
no tenía pensado este estilo de negocio y a veces me resulta estresante, porque
no solo conlleva la pesca, sino el ámbito laboral, tratar personas e irlos
conociendo. Ha sido emocionante, un poco difícil y estresante, pero poco a
poco.
Y tengo
en mente otros negocios, aquí se utilizan mucho las moto-triciclos para
transportarse, como el equivalente a las pulmonías en Mazatlán y quiero comprar
una para rentarla. Y ese es otro negocito que me gustaría empezar.
Alejandro Hernández Páez espera que su experiencia pueda inspirar a los niños que participan en el programa de “Juguemos a Emprender” a que sean creativos, abran sus horizontes y piensen en maneras en las que puedan generar ingresos aprendiendo de lo que se necesita en el entorno.
Desde Proeduca Sinaloa agradecemos el tiempo y la disposición de Alejandro para platicar con nosotros.
Consideramos muy importante que conozcan los frutos del trabajo conjunto
que ha sido el método de intervención Proeduca Sinaloa. Y aprovechamos de nuevo
para agradecer a todos nuestros aliados tanto del sector público como privado,
otras organizaciones civiles que han permitido que nuestro proyecto tenga los
alcances que hoy tiene. Historias como las de Alejandro son las que nos motivan
para seguir trabajando.
Entrevista y redacción
– Erika Bermúdez.
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